A Pilar, a mis pacientes y amigas
con un Abrazo de Luz muy poderoso…
Por favor, un poco de cariño…
Existe un gran vacío en torno a las necesidades estéticas de los enfermos de cáncer y de los efectos psicológicos que en ellos se produce durante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.
Lo que está claro es que la autoestima de los pacientes se ve menos afectada si su imagen cambia lo menos posible durante el proceso de su enfermedad.
Es un hecho muy frecuente que los pacientes oncológicos sometidos a tratamiento presenten afectación de la piel y sus anejos cutáneos, que, si bien no suele revestir gravedad, supone una alteración estética importante difícilmente aceptada por los pacientes.
El paciente necesita adaptarse a los cambios que está sufriendo. De hecho, las indicaciones para mejorar su aspecto físico repercutirán positivamente en su autoestima y estado de ánimo, haciendo que su forma de verse, de relacionarse con los demás, en definitiva, que su actitud ante la enfermedad sea mejor.
Las alteraciones cutáneas más frecuentes relacionadas con los tratamientos oncológicos son:
- Sensibilidad a la radiación solar.
- Sequedad extrema.
- Aparición de hiper pigmentaciones.
- Irritación – Purito.
- Palidez – Coloración cetrina.
Sensibilidad a la radiación solar
El sol puede potenciar los efectos de la quimioterapia en la piel (foto sensibilidad) y dañar la piel de la zona que ha sido sometida a radioterapia. Además, los tratamientos que reciben estos pacientes dejan la piel “desprotegida” frente al sol.
La sensibilidad puede manifestarse por:
- Fuerte enrojecimiento tras la exposición solar cotidiana (no necesariamente con baños de sol).
- Mayor tendencia a reactivación de quemaduras solares previas.
- Aparición de lesiones cutáneas en zonas que han sido sometidas a radioterapia.
¿Qué podemos hacer?
Limitar la exposición solar, y en caso de exposición, emplear siempre productos solares con SPF alto o muy alto (30-50 o 50+) y protección UVA.
Sequedad extrema